¿Prohibido?
¿qué es prohibido?
¿qué está prohibido?
¿por qué?
¿Está prohibido ser feliz?¿está prohibido ser quién eres?¿por qué tienes que esconderte?¿por qué?¿por qué no puedes ser tú mismo?
Abrázala, bésala, grita a los cuatro vientos que la quieres, que sí, que ella es la media mandarina, la mariposa de tu estómago, la que te hace temblar, la que te pone los pelos de punta, por la que has vuelto a soñar, por quien te sientes un niño. Es ella la protagonista del libro, la Audrey Hepburn de tu película en blanco y negro. Es ella a quien amas. Grítalo, no te calles.¿Qué es prohibido?¿qué está prohibido?¿por qué?¿por quién?. Por primera vez tienes el mundo en tus manos, tu mundo, su mundo, vuestro mundo. Gira la bola y cierra los ojos. A ciegas, apunta con tu índice un destino. Escapad, huid, alejaos... pero volved con las ideas claras y con agallas suficientes. Sí, es ella ¿vas a dejarla escapar?
Te sobran agallas para eso y para lo que venga. Adelante...
ResponderEliminarEn el amor no hay prohibiciones que valgan, Mariajo. Un beso.
ResponderEliminarNo hablo exactamente de mí... pero sí, pienso totalmente lo mismo tOrMeNta. Y Carlos, más que agallas tengo mala leche, que eso también te hace tirar... jeje.
ResponderEliminarUna buena invitación a la felicidad.... y al riesgo, pero siempre merece la pena intentarlo.
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